Criar con respeto implica ser consciente de que cada ser humano, más allá de los hitos esperados en el desarrollo, tiene su propio ritmo en el crecimiento. Sin embargo, hemos de estar atentos a las pautas esperadas para cada proceso, pues si algo faltare, la detección temprana de cualquier retraso o alteración en el desarrollo cognitivo en niños pequeños es indispensable para poder potenciar sus capacidades en un futuro o hacer la atención oportuna y evitar mayores complicaciones con el pasar del tiempo, interviniendo a tiempo con una estimulación apropiada a la condición del niño.
Existen factores que colocan en riesgo el desarrollo del bebé, reconocerlos y minimizarlos es indispensable no solamente para hacer una intervención temprana, sino también para poder ofrecer la estimulación debida. Una familia muy numerosa, la pobre o ausente atención y apoyo en la infancia, un apego negativo, estar en una familia disfuncional y/o ser víctima de cualquier tipo de abuso, pobreza extrema, bajo nivel educativo de sus cuidadores, desnutrición, ser gestado bajo altos niveles de estrés o consumo de sustancia psicoactivas como el alcohol, las drogas, etc, por parte de su madre, no contar con las políticas de Estado que aseguren sus necesidades básicas como la educación, salud, protección, identidad ciudadana… Estos y muchos son factores que atentan contra el sano desarrollo de un niño, algunos están a nuestro alcance mitigarlos, otros no.
Ante esto, tenemos la responsabilidad de asumir acciones concretas desde nuestra capacidad de alcance, por ello planteo algunas actividades sencillas a través de las cuales podemos estimular a nuestros pequeñines desde casa, aquí algunas opciones entre los 0 y 36 meses de edad:
- Jugar con un sonajero (maraca) agitándolo y colocárselo progresivamente en su mano hasta que llegados los seis meses ya pueda buscarlo y agitarlo por sí mismo, este es un juego perfecto para los primeros 6 meses, y si acompañas el ritmo con un canto de cuna ¡fenomenal!
- Ver seguir con la mirada, tomar, manipular y relacionar objetos entre sí, por ejemplo, meter uno o varios aros en un cilindro, en orden de tamaño o aleatoriamente. Inicie al mes con acciones simples y siga aumentando en complejidad hasta los 36 meses.
- El típico juego de “¿Dónde está bebé?” qué consiste en jugar a aparecer y desaparecer tras una cobija, le ayudará a reconocer la permanencia o ausencia de una persona y a su vez empezar a diferenciarse como individuo, es ideal desde los 6 hasta los 12 meses.
- Desarrollar la capacidad de sacar pequeños objetos de un envase usando sus deditos como una pinza, le permite estimular las habilidades relacionadas con la motricidad fina, recuerda, los bebés aprenden en movimiento. Ideal desde los 4 meses, aún a los 2 años lo disfrutan. Esto siempre con la supervisión de un adulto, a fin de evitar accidentes de asfixia por atragantamiento.
- La imitación de gestos, desde imitar una sonrisa a los 15 días de nacido hasta lograr a los 36 meses imitar cualquier personaje que no sea propio del círculo inmediato familiar, le permite al niño aprender por asociación.
- Construir con tacos o legos grandes (con los que no se atragante si se intentan llevar a la boca) a los 3 años un puentecito, una torrecita, es lo esperado. Sin embargo, en los tres primeros meses apenas podrá retener en su mano uno de estos, pero al estar acompañado por su cuidador en el juego, podrá desarrollar habilidades cada vez más complejas, asociando, seriando, ensamblando, así su inteligencia se estimulará.
- La lectura de cuentos e historias aún desde la estimulación prenatal es todo un mundo, el uso de libros adecuados para esta edad hechos de tela, plástico, cartón con texturas, con objetos de interacción que suenen, que el mismo los pueda mover y aún hasta con piezas removibles como pequeños rompecabezas, son ideales para esta edad. Ejercitar la lectura con el bebé en brazos de mami, papi, la abuela… es una de las más tiernas y cálidas actividades que generan vinculación.
- Instale en el espacio de juegos del nene un espejo que sea seguro, bien fijo a la pared y a su altura, de manera que cuente con la seguridad para jugar con su imagen y aprender a reconocer las partes de su cuerpo y finalmente a sí mismo.
- Sobre toda experiencia anterior, contar con un ambiente familiar seguro, amoroso, respetuoso y armónico, es de los más valiosos factores para un sano desarrollo; y una de las más alarmantes necesidades en la agonizante modernidad.
Deseo de corazón que podamos construir para nuestra infancia una etapa tan hermosa, que sirva de piso para construir una vida maravillosa en la adultez.
“¿Qué vas a ser cuando seas grande?”, – me pregunta todo el mundo. – Y aparte de contestarles: “Astrónomo” tengo ganas de agregar otra verdad:
“Cuando sea grande voy a tratar de no olvidarme
de que una vez fui chico”.
Lecturas recomendadas:
- León (2018) Secuencias del Desarrollo Infantil Integral. UCAB, Venezuela.
- Piaget (1974) Seis Estudios de Psicología.